viernes, 5 de diciembre de 2008

Tradición que no pasa de moda

Los que me conocen saben que no como nueces de ningún tipo y siempre me dicen que me pierdo de lo mejor en sabores. Desde que soy pequeña he visto en navidad estos mazapanes y torta negra y nunca los he podido comer, sin embargo, me encanta regalarlos pues siempre quedo muy bien. Por numerosas referencias a través de los años se los recomiendo y espero que luego me den su opinión, generalmente siempre es la misma: excelentes!!!.

María Cristina Oramas, artífice de todas estas delicias

Cuando Marie Nouel de León se dio a la tarea de buscar la receta del Bolo Preto o torta negra de novias tradicional de Curazao, con el fin de elaborar una pieza magistral para el matrimonio de su hija María Cristina Oramas, hace más de 40 años, nunca pensó que desde ese entonces comenzaría una tradición familiar tan especial. Y es que desde el siguiente año, comenzaron a elaborar juntas su adaptación de la receta, para regalar en navidad. Fue tal el éxito, que al próximo año toda la familia llamó para encargarlas. “Al principio sólo la vendía a familiares y amigos. Comencé con 50 tortas, pero el círculo se fue extendiendo y hubo un año en el que hice 1.200 kilos de torta”, relata con gran orgullo María Cristina. Desde ese entonces empezaron a hacer un bazar navideño todos los años en su casa y es una tradición que han tenido desde ese entonces, donde vende sus productos y se reencuentran familiares y amigos. Así mismo participa en algunos de los principales bazares navideños que se llevan a cabo en Caracas.

María Cristina describe su creación como “una torta macerada que dura un año o más. Es a base de ron venezolano y frutas confitadas. Compro entre 300 y 400 kilos cada año, así como ciruelas, pasitas y almendras molidas gruesas, que se sienten en la textura. Lleva muy poca harina, por lo que la fruta es lo que se destaca. Se podría decir que se parece bastante al típico budín inglés, pero un poco más húmeda y compacta.” Hay varios tamaños y presentaciones: las de 1/2 kilo, envueltas en celofán, latas verdes de un kilo decoradas y unas cajas espectaculares adornadas con lazos, flores y piñas navideñas para las tortas de dos kilos. Otra de sus especialidades son los mazapanes: “La receta original la tomé de un programa de televisión americano y la fui adaptando. Lo más relevante es que es un mazapán muy fresco, sin preservativos, elaborado de puras almendras y no partiendo de un fondant”, afirma con mucho orgullo. Es de corta duración, para su consumo inmediato, pero sumamente exquisito. Pequeñitos y muy delicados, con una textura muy sutil. Son elaborados 100% a mano. Vienen en cajas acrílicas en seis delicados tonos pasteles, con lazos navideños. También confecciona unas polvorosas muy finas, de esas que se deshacen en la boca. (Texto: Nelly Aguilera Franceschi)

María Cristina Oramas. Telf.: 979.8030

1 comentario:

Anónimo dijo...

Puedo decir, con conocimiento de causa, que es una torta exquisita, de hecho se corre el riego de crear una adicción una vez que se degusta.

Antonio