El Vino y el Amor

 

Bodegas Etchart quiso resaltar cómo el vino ha acompañado históricamente al amor. Para ello, invitaron a Victor Moreno Duque, al conversatorio “No hay nada más afrodisíaco que un buen vino”

Por ser el mes de los enamorados se realizó este evento, en las instalaciones de Vinósfera, en el espacio de Vináula, diseñado y dedicado a la educación vinícola. El mes de febrero fue perfecto para enmarcar esta actividad y hacer de la velada una noche en la cual el amor fue el protagonista de una historia que se repite en la vida de cada persona. Durante el conversatorio se hizo referencia a grandes obras literarias, en las cuales el vino y el amor son protagonistas. Se invitó a los participantes a descubrir esa estrecha relación que siempre ha existido entre esos dos elementos.

Por esa razón y para estar en sintonía con este mes publico fragmentos del poema de Andrés Bello, "El Vino y el Amor" para que lo puedan leer mientras disfrutan de un buen vino, quería que fueran las letras de un venezolano las que armonizaran este mes del amor y la amistad.

Fragmentos

El Vino y el Amor 

Andrés Bello

-Hijo alado de Dione, no me riñas, no te enojes, si te digo que los goces no me tientan de esos pobres que mantienes en prisiones. Hechiceros, ¿quién lo niega? son los ojos de Filena; pero mira cómo el néctar delicioso de Madera en la copa centellea. Tú prometes bienandanza; mas, ¿lo cumples? ¡Buena alhaja! De los necios que sonsacas, unos llevan calabazas; otros viven de esperanzas; cuál se queja de inconstancia; cuál en celos ¡ay! se abrasa. Baco alegre, tú no engañas. Hace el vino maravillas; esperanzas vivifica; da al cobarde valentía; a los rudos, ¡cómo inspira Aunque gruña la avaricia, tú le rompes la alcancía. Y otra cosa, que a tu lima no hay secretos que resistan. Los amantes infelices por las selvas y jardines andan siempre de escondite; cabizbajos lloran, gimen; mas, ¡cuán otro quien te sirve! dios amable de las vides. Compañeros apercibe que en su gozo participen. Cantan, beben, bullen, ríen. -Mas Filena, ¿no te mueve? -Niño alado, vete, vete. -Sus miradas inocentes, sus amables esquiveces... -¿No te marchas, alcahuete?... -Sus mejillas, que parecen frescas rosas entre nieves... -Cupidillo, no me tientes. -Sola ahora por la calle se pasea de los sauces, y las sombras de la tarde van cundiendo por el valle. Y la sigue cierto amante que maquina desbancarte. -¿Tirsi acaso? -Tú lo has dicho. -Oye, aguarda, ya te sigo. Compañeros, me retiro. Vuelo a verte, dueño mío.